Malvinas, 28 años - por María de los Ángeles Messineo

“Luchar por la Soberanía Argentina de todo el territorio”. Sí, somos muchos los que estamos de acuerdo en que defender lo nuestro es una Causa noble e IRRENUNCIABLE, es por eso que hoy, desde el espacio político-social que representamos, nuevamente reafirmamos el compromiso de acompañar toda iniciativa de resolución del conflicto con Gran Bretaña por las Islas Malvinas, agotando con firmeza inquebrantable cada una de las instancias que el Derecho Internacional así lo permita, en pos del legitimo reconocimiento argentino de esas tierras.

Los que usurpaban el poder y decidían los destinos del país en aquel 2 de Abril de 1982 son los culpables directos de las víctimas y de los hechos terribles (y evitables) sucedidos a partir de ese momento. El habernos conducido a una guerra IRRESPONBLABE, que ocultada bajo banderas colectivas perseguía el solo objetivo de anclar un elemento de legitimación social que les permita continuar con un ya desgastado Régimen, es un acto política y socialmente condenable.

Abordamos con énfasis a la eliminación de todo ejercicio de violencia, creemos que el compromiso del Estado con la protección y la seguridad del territorio y de los ciudadanos debe incluir el respeto por vida del ser humano, y el cuidado y criterio con el que los gobernantes adoptan las políticas. La manipulación de la ciudadanía es también violencia.

Las dolorosas marcas que han teñido nuestra historia nos invitan a aprender a distinguir cuando los intereses mas oscuros se disfrazan de nobles ideales.

Los mecanismos políticos del oficialismo de hoy nos advierten la utilización nuevamente de estas prácticas del pasado, con otras caras pero el mismo objetivo: mantener el poder. Por ejemplo liderar la causa de la libertad de expresión y por otro lado la instalación de un discurso permanente en donde aquel político, ciudadano o periodista que no acuerde con el ejecutivo esta atentando contra la gobernabilidad.

Luchar por alcanzar una verdadera Republica es la búsqueda que hoy, luego de 28 años nos continúa esperando a todos lo que soñamos con una Argentina soberana desde Ushuaia a la Quiaca, con las Islas Malvinas. Trasformemos el dolor de las víctimas y combatientes en motivo de esperanza.