miércoles, 25 de abril de 2012

Sí a la expropiación, no al saqueo.

Comunicado Buenos Aires, 23 de abril de 2012. 

 Sí a la expropiación, no al saqueo.

Sin duda alguna la presidenta Cristina Fernández de Kirchner ha adoptado en los últimos días una de las decisiones más importantes de los últimos tiempos, como lo es la expropiación de YPF. Sin embargo, esa decisión, como tantas otras, es parcial y encubre el saqueo de nuestros recursos. En este sentido, compartimos la decisión de expropiar en tanto supone concentrar en manos del Estado nacional la explotación de los recursos petrolíferos, los cuales constituyen un amplísimo porcentaje en la producción de energía. Como así lo sostuvimos en nuestra base programática: recrear una empresa petrolera estatal para que sea la ejecutora de la política petrolera del país, además de hacer efectivo el cumplimiento de la Ley de Hidrocarburos y de los marcos regulatorios eléctrico y gasífero. Esta área implica actividades extractivas y de la apropiación de renta del suelo que pertenece a todas las generaciones de argentinos. Esto no importa una acción contra el gobierno, ni contra el pueblo de España, sino que revierte estratégicamente una decisión –la privatización- que atentó contra la soberanía nacional y enajenó durante décadas una de las mayores fuentes de riqueza. Sin embargo, el gobierno nacional decide nuevamente mantener sus negocios y saquear los recursos argentinos. En efecto, se expropia sólo una porción de YPF, la perteneciente a Repsol, pero se mantiene el resto del porcentaje que hoy se encuentra en manos privadas. Y no en cualquier mano privada, sino en la de Eskenazi, socio del matrimonio kirchner y su séquito de funcionarios cómplices del gran robo nacional. Además, la presidenta tampoco pretende impulsar las acciones tendientes a responsabilizar a Repsol por la falta de inversiones. La decisión se justificó por la desinversión de la empresa, sin embargo no se adoptaron medidas, o se instaron las judiciales correspondientes para que Repsol devuelva lo equivalente a las utilidades que fugó del país. Esto tiene una clara explicación: investigar a Repsol también implicaría investigar a Eskenazi y, en consecuencia, responsabilizar a la propia presidenta. Tampoco queda claro cuál es el plan o las medidas a desarrollar para mejorar la producción de energía. Porque no se trata sólo de fuga de capitales, sino que la desinversión nos llevó a una crisis energética que nos afecta a todos/as en cada rincón del país. Desde la ola privatizadora en los ‘90, el kirchnerismo no sólo fue cómplice del vaciamiento, sino que fue responsable del fracaso en esta materia. Por todo ello, pese a la estrategia oficial de sembrar escenarios dicotómicos, dónde el gobierno siempre ocupa el campo de lo nacional y popular, quedando para el resto el de la derecha vendepatria, no nos van a correr por izquierda. En esta, como en tantas otras oportunidades, manifestamos en nuestro discurso lo que sostenemos con nuestras prácticas. 

 Tendencia Dínamo Coalición Cívica- ARI

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